El sistema modal medieval está formado por ocho modos. Cada modo está definido por:
- la nota final (nota conclusiva o finalis).
- la relación interválica entre la finalis y las notas que conforman la octava diatónica.
- el ámbito (nota más aguda y nota más grave).
Los ocho modos se ordenan en torno a cuatro finalis: re, mi, fa y sol.
Según el ámbito los modos pueden ser auténticos (ámbito agudo) o plagales (ámbito grave).
La relación entre los modos auténticos y plagales se establece de la siguiente forma: cada modo auténtico está formado por un pentacordo inferior y un tetracordo superior.
En los modos plagales el orden se invierte y el tetracordo inicia la escala, pero una octava más grave. Así el ámbito de los modos plagales se desplaza un cuarta más grave respecto a su correspondiente modo auténtico. En la siguiente imagen se explica la relación entre los dos primeros modos:
El ámbito
El Canto Gregoriano está escrito para voces masculinas y cada modo tiene un ámbito de una octava. No obstante, muchos cantos antiguos tienen un ámbito más reducido (de quinta o sexta). Por el contrario, las melodías gregorianas modernas pueden exceder una o varias notas a la octava modal.
En los modos auténticos es típico añadir al ámbito la nota anterior a la final (subtonium), que tiene un intervalo de un tono respecto de la finalis, excepto en el modo quinto (tritus auténtico) que tiene un semitono. Para evitar la relación de semitono y el efecto de sensible en el modo quinto, o bien no se usa la subtonium o se la desciende un semitono en ciertos pasajes melódicos.
Los modos plagales también pueden extender su ámbito en los agudos y en algunos casos el ámbito puede ser de una octava más una cuarta, formando un Modo mixto que comprende el ámbito plagal más el auténtico:
La dominante o tenor
La nota dominante, también llamada tenor, tuba o tono de recitación proviene de la cantilación y de las fórmulas salmódicas. Es la nota que más se repite en una melodía y en la cual se mantiene el canto funcionando como cuerda de recitado.
Por norma general la nota tenor es la quinta nota en los modos auténticos y la tercera en los modos plagales. Sin embargo, a causa de la relación que tiene la nota si con el tritono (intervalo si-fa), la dominante de los modos 3º y 8º subió un grado (do en vez de si). En el 4º modo (plagal) que tiene finalis en mi, influida quizás por su pareja auténtica, la dominante llegó a ser la en lugar de sol. Estos cambios demostraban que el sistema, en algunos aspectos, era algo artificioso y no se ajustaba a la estructura de muchos cantos que ya existían mucho antes de que se formulara la teoría modal.
La nota si a veces aparece rebajada un semitono ("si suave" o "b molle"), como podemos ver en el comienzo del Ave María o en los aleluyas del Regina Coeli, debido a la relación fa-si donde se percibe el tritono. El si bemol representa la primera alteración en la historia y -como vemos- surge de la intención de evitar el tritono melódico fa-si.
Nomenclatura
Para nombrar e identificar los modos se emplean tres formas diferentes:
1) La numeración del 1 al 8: Los impares son auténticos y los pares plagales. En las partituras del Canto gregoriano aparece un número al inicio de la partitura que indica el modo. En el siguiente video se puede escuchar un Kyrie compuesto en el modo 8:
2) Los números ordinales griegos latinizados: protus, deuterus, tritus y tetrardus;
3) La nomenclatura griega: dórico, frigio, lidio y mixolidio. Los modos plagales se distinguen de los auténticos por la colocación del prefijo hipo. Esta forma de nombrar los modos se utilizó de forma diferente a la de los teóricos griegos, de tal modo que el modo dórico eclesiástico tiene como final la nota re en vez de mi (finalis del modo dórico griego).
En el siguiente ejemplo aparecen los modos griegos con sus nombres:
Como se puede ver, en los modos griegos el prefijo hipo se aplica cuando la escala comienza una quinta por debajo de la tónica (finalis de los modos eclesiásticos). Por eso no deben confundirse los modos griegos con los eclesiásticos, aunque compartan la misma nomenclatura. El modo mixolidio griego también se conoce como locrio.
En el siguiente cuadro comparativo se pueden observar las diferencias entre los dos sistemas modales:
Modos añadidos
En 1547, el teórico suizo Glaureanus escribe su tratado Dodecachordon en el cual propone ampliar el sistema modal con la inclusión de cuatro modos más: dos modos con final en do y otros dos con final en la , alcanzando así el número total teórico de 12 modos:
- Modo jónico e hipojónico con finalis en do.
- Modo eólico e hipoeólico con finalis en la.
El modo jónico y el eólico son los que conocemos hoy día como modo mayor y menor antiguo1 (escala natural) respectivamente. Como los modos tritus tienen la finalis en fa, el tritono fa-si está muy presente. Por eso, o bien las melodías en tritus no usan el si, o lo tienen descendido (si ♭), con lo cual el tritus se transforma en modo mayor o jónico.
Nota 1: En el modo menor (moderno) el séptimo grado se asciende para formar la nota sensible (sol ♯). La diferencia entre el modo eólico o menor antiguo y el modo menor (moderno) es que el modo eólico no posee sensible (sol ♮).
(Fuente consultada: musicnetmaterials)