Audio:
|
¡Bendito seas Señor,
Dios de nuestro padre, Israel,
desde siempre y para siempre!
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza,
la gloria, el esplendor, la majestad;
porque a Ti pertenece
todo lo que hay en el cielo y en la tierra.
Tuyo, Señor, es el reino;
tú te elevas por encima de todo.
De ti proceden la riqueza y la gloria.
Tú lo gobiernas todo,
en tu mano están el poder y la fuerza,
y es tu mano la que engrandece
y afianza todas las cosas. |
Vi.XXXIII-1 |